Un par de cosas que quizá no sepas sobre Michael Jordan es que es copropietario de un equipo de NASCAR y que adora sus relojes (y nos referimos a que los adora de verdad: estamos hablando de un hombre que se subió al tren del Datograph hace más de 20 años).
Esos dos mundos dispares chocaron esta semana cuando vimos a Michael Jordan celebrar la última victoria de su equipo 23XI en la GEICO 500 con un reloj raro y ridículamente caro en su muñeca: el Purnell Escape II Absolute Sapphire Blue Moon. Purnell, un fabricante ginebrino de “hiperrelojes” (a falta de una palabra mejor), fabrica los equivalentes relojeros de un Pagani Utopia: técnicamente competentes y estéticamente salvajes, representan el pináculo de la alta relojería con visión de futuro.
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El Escape II Absolute Sapphire Blue Moon está construido en torno al Spherion, una versión de Purnell del tourbillon de triple eje y el tourbillon de rotación más rápida del mundo (el tourbillon, como recordarás, fue inventado por el genio de la relojería Abraham-Louis Breguet a finales del siglo XVIII para contrarrestar los efectos de la gravedad en el movimiento de un reloj de bolsillo. Hoy en día, se utiliza como una indicación de savoir-faire y competencia relojera en los relojes de pulsera, a pesar de que un reloj de pulsera —que se lleva en múltiples posiciones a lo largo del día en virtud de su diseño— no necesita realmente un mecanismo de este tipo).
Dentro del Escape II Absolute Sapphire Blue Moon, una edición limitada alojada en una caja de zafiro azul de 48 milímetros, hay dos Esferones, cada uno de los cuales cuenta con una jaula de titanio engastada con 152 diminutos diamantes talla brillante. Los ejes del tourbillon giran a los 8, 16 y 30 segundos, creando una danza visual hipnotizadora, mientras que el movimiento de cuerda manual ofrece 32 horas de reserva de marcha, como indica un indicador situado a las 9 horas. Debajo de las 12 horas se encuentra la indicación de la hora principal, cuyos índices están formados por zafiros azules de talla baguette.
El reloj se pudo ver en la muñeca de un emocionado Michael Jordan mientras alzaba en el box a Beau, el hijo del piloto ganador del 23XI, Tyler Reddick, preguntándole si iba a celebrar la victoria de su padre. Jordan, un respetado coleccionista, posee desde hace tiempo algunos de los relojes más notables del mundo, como el ya mencionado A. Lange & Söhne Datograph, un Rolex Cosmograph Daytona de oro con diamantes, el Urwerk UR-220 de ciencia ficción y el Roger Dubuis Excalibur Spider Pirelli.
Su colección es un reflejo de su posición única en la confluencia del deporte, la cultura y, bueno, todo lo demás. Es lógico que sus relojes representen también lo mejor de lo que hay, parte de lo cuál sólo está disponible para él.
El Patek Philippe Calatrava de Caleb Williams
Caleb Williams, la primera elección del Draft de la NFL de 2024, parece que ya sabe lo que es un buen reloj. El quarterback de 22 años demostró su aventurera sensibilidad por la moda combinando una chaqueta de Chrome Hearts con esmalte de uñas metalizado y un Patek Philippe Calatrava Skeleton, una versión especial del famoso reloj de vestir de la maison. Disponible en varios metales, el Skeleton mide 39 milímetros y funciona con el movimiento Calibre 240 SQU, un calibre completamente esqueletizado cuyo funcionamiento interno es visible tanto a través de la esfera como del fondo de la caja.
El Jacob & Co. Fleurs de Jardin
La cantante de Video Games se puso un reloj que te hará cosquillas o te pondrá los pelos de punta, dependiendo de su disposición relojera: el Jacob & Co. Fleurs de Jardin, en oro rosado, no es nada sutil y parece un jardín de flores en miniatura. Pero aunque no te cautive su exquisito engaste, no se puede negar la maravilla que transmite su movimiento JCAM31: un tourbillon volante de doble eje se une a una esfera orbital y a “parterres” giratorios. Ha leído bien: toda la esfera gira, dando una vuelta completa cada diez minutos. Se trata de una edición limitada de 12 piezas que refleja tanto la visión americana de Jacob & Co. como la de Lana Del Rey.
El Cartier de Tom Brady
Tom Brady es el último de una lista de deportistas, cantantes y famosos que se han puesto el reloj definitivo de los últimos años: el Cartier Crash. El Crash, con su perfil curvilíneo y su esfera daliniana, se ha convertido en el reloj del momento, ya sea con esfera maciza o con esqueleto. La versión de Brady, en platino y correa de piel, es una versión divertida de lo que nació como un reloj de oro amarillo en la sede londinense de Cartier a finales de la década de 1960. Mucho más raro que las versiones en oro, está equipado con el movimiento MC 1917 de la marca y con 38 horas de reserva de marcha.
El Hublot Spirit of Big Bang All Black de Novak Djokovic
Si eres el tenista número uno del mundo, probablemente puedas pasar de las sutilezas a la hora de elegir qué reloj combinar con un esmoquin. Al recoger el premio Laureus al Deportista del Año 2024 la semana pasada en Madrid, el fenómeno serbio Novak Djokovic eligió el Spirit of Big Bang All Black Pavé de 42 mm. Engastado con 50 diamantes negros y alojado en una caja de cerámica negra en forma de tonel con esfera esqueletizada, parece el resultado de un grupo de trabajo formado por miembros del Ministerio de Defensa y de Tiffany & Co.
Artículo publicado originalmente en British GQ.
