Para la gente a la que le gusta comentarlo todo en internet y redes sociales, hay una tendencia ineludible estos meses: lazos, lazos y más lazos (y sobre todo el lazo en el cuello). Gente poniéndole coquetos lazos a todo: árboles de Navidad, cubitos de hielo, vasos Stanley, perretes… Pero últimamente también hemos empezado a verlos, vestidos de una forma a la que no estamos acostumbrados, en los looks de los hombres más famosos de Hollywood.
El sábado pasado, en los Premios SAG, Cillian Murphy, protagonista de Oppenheimer, recogió su estatuilla a mejor actor con un traje de raya diplomática de Saint Laurent —su look preferido esta temporada de premios— con un lazo en el cuello de satén negro en sustitución de la corbata o la pajarita. Puede que se tratara de un cariñoso homenaje a la querencia de J. Robert Oppenheimer por las corbatas alternativas (el actor irlandés lució otra lazada con extremo dorado en el estreno de la película en Londres el pasado julio), pero también es probable que sea una representación de la tendencia masculina más romántica de la alfombra roja en los últimos meses: el lazo en el cuello.
El lazo en el cuello puede ser firme como farfalle al dente, lánguido y relsjado como un cordón de zapato, o caprichoso como una impecable cinta de regalo, y hemos visto variaciones en casi todas las principales entregas de premios de esta temporada cinematográfica.
En los Premios SAG, Cristo Fernández, actor de Ted Lasso, combinó su lazo al cuello de estilo western con una chaqueta verde azulado. En los BAFTA, celebrados a principios de mes, Colman Domingo (que se lo ha pasado en grande como icono de estilo en estos eventos), lució su cinta lavallière de seda anudada en un dulce lazo. Billie Eilish, devota de la moda masculina, se puso para los Globos de Oro la versión oversize del uniforme escolar de Willy Chavarria, con un lazo negro bajo un cuello Peter Pan. Y luego, por supuesto, está Beyoncé, que también apareció por sorpresa en los Grammy hace unas semanas con un atuendo de Louis Vuitton al más puro estilo western, con una lazo de cuero plateado y un enorme sombrero.
El lazo en el cuello se trata de una tendencia que lleva ya un tiempo en alza: hubo ciertas variaciones en los Globos de Oro 2023, entre otros un Adam Scott con una fina pajarita negra de Paul Smith y Andrew Garfield con una cinta lavallière de Zegna anudada sin apretar. Sin embargo, el gran triunfador de la noche fue Matty Matheson, que potenció su elegante esmoquin con bailarinas Bode, una rosa blanca en el ojal y un lazo tipo coronel de Kentucky (sí, el mismo estilo que llevaba el fundador de KFC e icónica imagen de la marca, el coronel Sanders). En los Oscar del año pasado, Lewis Pullman llevó uno de Thom Browne y Ludwig Göransson uno de Bode. A Eddie Redmayne, aficionado a los complementos alternativos, lo hemos visto en el pasado con grandes lazos de seda, y a Paul Mescal, que ha liderado varias tendencias formales de moda en los últimos años, con uno discreto y fino anudado al cuello allá por 2021.
Hoy en día, gran parte de la alegría que aporta la moda masculina a las alfombras roja proviene de accesorios como broches de diamantes (que son ideales para las celebridades que tienen acuerdos con marcas de joyería fina), rosetones de seda o fajines. Tanto si quieres parecer un dandi como un vaquero —o una tercera opción intermedia— el lazo en el cuello es una alternativa innegablemente divertida a la corbata estándar o a la pajarita clásica.
Este artículo se ha publicado originalmente en GQ.com.