Si a pesar de usar los (supuestamente) mejores productos no ves tu cabello sano, puede que sea por todos los errores que cometes al lavarte el pelo aunque no te des cuenta. Y es que hazte esta pregunta: ¿sabes lavarte el pelo?
Puede sonar raro, al fin y al cabo es algo que has hecho toda tu vida, es como caminar, por supuesto que sabes cómo hacerlo, pero hay muchos detalles que nunca has tenido en cuenta y que dañan tu melena o tu pelo corto continuamente.
Por suerte, Teresa Climent, licenciada en Farmacia y Technical Manager de Nuggela & Sulé, ha explicado todas y cada una de las equivocaciones que la mayoría cometemos a la hora de eliminar la suciedad y la grasa de nuestro pelo.
No importa cómo de corta o larga sea tu cabellera, algunos de los errores que cometes al lavarte el pelo pueden estar centrados en el cuero cabelludo, la temperatura del agua o el tipo de champú que usas, mientras que otros sí que están más asociados a cabellos largos. Pero sea cual sea tu grupo, seguro que estos consejos te ayudarán.
Errores con el agua
Sabemos que en invierno hace frío y lo único que apetece es una ducha bien caliente, pero a la piel no le hace bien. Lavar el pelo con agua muy caliente solo daña y reseca, tanto antes de ponerte el champú como a la hora de aclarar. Es por ello que la experta recomienda siempre una temperatura templada y si es posible, pasar a frío para el último enjuague para que así se logre “un extra de brillo y que las puntas queden selladas”.
Errores con el champú
Un producto lleno de químicos de todo tipo no es sinónimo de calidad, de hecho, según Climent es peor. Y es que corremos el riesgo de dañar el cuero cabelludo y el cabello en general. Lo ideal es utilizar formulaciones suaves y respetuosas con el ecosistema capilar”.
A ello tenemos que sumar cómo lo aplicamos. Nunca debes hacerlo sobre el cabello medio seco, asegúrate de que está bien mojado y no te has dejado ninguna zona sin enjuagar primero.
Cuando lo eches, no hace falta utilizar medio bote pero tampoco seas de los que pone una gota en la mano y listo. “La dosis exacta sería el tamaño de una nuez para melenas largas y una avellana en el caso de media melena o pelo corto”, dice la farmacéutica. Y sí, primero lo pones en la mano, lo extiendes en las palmas, y luego lo llevas a la cabeza, nada de ir directos al pelo.
Después, sobre todo si tienes bastante pelo, hazte dos lavados no solo uno. El primero, dice la experta, sirve para eliminar esa primera capa de suciedad y grasa que se forma cada día, mientras que el segundo nos asegura que los ingredientes del producto hagan su efecto y que además el pelo luzca mejor. Esto es extremadamente importante si tienes cabello graso, con caspa, etc.
Y si tienes melena larga, no hace falta que lleves el champú a las puntas y frotes. Debes centrar tu atención en el cuero cabelludo que es la zona que realmente necesita estar limpia para que el pelo crezca sano y fuerte. ¿Cómo hacerlo? “masajeando durante al menos tres minutos para activar de paso la circulación sanguínea y mejorar la nutrición de la vaina epitelial”, explica Climent. Las puntas se limpiarán con la espuma que va cayendo.
Errores tras la ducha
No importa cómo sea tu cabellera, seguro que has caído en el hábito de frotar la toalla para secarla. Mal. Esto acaba dañando la cutícula, provoca puntas rotas y encrespamiento. Lo mejor es presionar sin frotar o pasarse a toallas de microfibra según aconseja la experta.
Y si necesitas desenredar el pelo, no lo hagas después de la ducha con el pelo mojado o durante la misma. Es mejor hacerlo antes, con el pelo seco, para evitar que se parta. Notarás los cambios rápidamente. Seguro.
