Las tendencias de la moda van y vienen, pero el estilo preppy parece haber sido tendencia... bueno, desde siempre. O al menos ha sucedido así en los últimos 20 años: desde Gossip Girl a Hailey Bieber, desde Vampire Weekend al Felix Catton de Saltburn, parece que siempre nos hemos mostrado adictos a eso de coronar a los nuevos niños ricos bien. Pero los looks preppy no han cambiado mucho desde su apogeo en los 80… Hasta ahora. Los polos de Ralph Lauren y los jerséis pálidos de J. Crew están muy bien (son eternamente solventes), pero en la década de 2020, el estilo preppy se inclina cada vez más hacia su lado más salvaje. Piensa en cárdigan destrozados, faldas chillonas y extrañas reinterpretaciones de marcas preppy como Lacoste. En otras palabras, bienvenidos a la nueva era dorada y caótica del preppy.
El término preppy proviene de preparatory school, el término estadounidense para referirse a los colegios exclusivos pensados para preparar a sus alumnos para asistir a universidades de precios desorbitados. Aunque el término preparatory school se originó en Inglaterra, y la subcultura preppy también tiene muchas raíces allí, para ser más ilustrativos nos centraremos en Estados Unidos, de donde procede la concepción tradicional de lo preppy. Durante años, lo preppy no ha sido solo un look, sino un estilo de vida: gente de familias adineradas que acudían a todos los eventos sociales —pensemos en torneos de polo, regatas, bailes de debutantes—, que hablaban de una manera impecable y viajaban a lugares muy caros. Hasta los años 80, ser preppy significaba tener mucho dinero, estar bien conectado y, con toda probabilidad, ser blanco. El código de vestimenta incluía trajes ligeros de seersucker, cárdigan y jerséis de punto y polos: un atuendo pulcro que tendía un puente entre la alta sociedad de estilo abotonado y la juventud deportiva.
El estilo preppy fluyó en los enclaves de la élite costera a lo largo del siglo XX hasta los años 80, cuando el look corrió como la pólvora en el mainstream gracias a The Official Preppy Handbook, una guía satírica sobre cómo acercarse a este modo de vida. Su influencia fue enorme. El éxito del libro coincidió con el de Ralph Lauren y la fundación de J. Crew, ambas centradas en las tendencias preppy; juntas, estas marcas ayudaron a extraer este estilo de los campus universitarios y llevarlo a la calle. El preppy de los 80 se considera ahora una expresión pura, pero ya entonces los diseñadores de fuera reinterpretaban los códigos preppy "tradicionales": el nombre de Lauren es sinónimo de ropa preppy, pero él era hijo de inmigrantes judíos, y no el típico arquetipo WASP asociado a las camisetas de rugby y los náuticos.
La moda preppy decayó en los 90, pero ha estado presente en la cultura popular desde aquel apogeo. El thriller clásico El talento de Mr. Ripley, de 1999, protagonizado por Jude Law y Matt Damon, juega con la naturaleza aspiracional de la vestimenta preppy —al personaje de Damon, Tom Ripley, lo confunden con un joven más adinerado cuando le prestan una americana buena—, mientras que Gossip Girl contrapone el pulcro estilo preppy de sus protagonistas con su sórdido y díscolo estilo de vida. Vampire Weekend fueron criticados por su aspecto preppy cuando publicaron su primer álbum en 2008, a pesar de que oponían sus polos y zapatos náuticos con letras que hacían referencia a la identidad judía neoyorquina, al estilo Ralph Lauren. Más recientemente, artistas como Tyler, the Creator y Hailey Bieber han reinterpretado el look preppy, mezclando chalecos de punto y chinos con siluetas exageradas y estampados locos.
Si quieres incorporar el estilo preppy a tu propio look, déjate guiar por Tyler y Bieber: a menos que quieras entrar en un club de golf, realmente no hay necesidad de cumplirlo a rajatabla. Ahora mismo hay muchas marcas que abrazan el estilo preppy en sus prendas sin renunciar a nada.
La marca londinense Charles Jeffery Loverboy, conocida por sus llamativas prendas de punto, fabrica piezas preppy que parecen haber sido pintarrajeadas (en el buen sentido). Las prendas de punto Guddle de CJL invierten la clásica sensación de limpieza del look preppy, convirtiendo un símbolo de pulcritud en algo extraño y caótico. En particular, el jersey Guddle, con un estampado de corazones rojos, es una nueva y fresca versión del jersey preppy de rombos. Igualmente deslumbrantes son las faldas plisadas deconstruidas de Chopova Lowena, que parecen descendientes punkies y anárquicas del equipo del club de tenis.
El diseñador londinense S. S. Daley ha introducido un sutil giro para conseguir un look preppy divertido, pero decididamente menos ostentoso. Las prendas de punto de Daley reflejan la afabilidad WASP (abreviatura de "protestante anglosajón blanco") con un toque vanguardista, incorporando detalles acuchillados y cintas sueltas en atrevidos jerséis de rayas y de cuello alto, o enfrentando un estampado de rombos de mohair con la resistente lana de cordero roja de su chaleco Jupp Diamond. Los pantalones Alexander de pernera ultra ancha, icónicos de Daley, también canalizan un look preppy exagerado, y quedarían genial con un polo sencillo de Maryam Nassir Zadeh o Jacquemus, o un polo ligeramente más llamativo de PAM o Wales Bonner.
Y si todavía crees que estás en deuda con las marcas de alta costura, no te sientas excluido. Los jerséis con la bandera panafricana de Denim Tears, disponibles en varios colores y estilos, reinterpretan el jersey con la bandera americana de Ralph Lauren y aprovechan el interés de su fundador y director creativo, Tremaine Emory, por la historia y la iconografía afroamericanas. Lacoste, por su parte, ha intensificado últimamente sus colaboraciones: su alianza con Le Fleur, la marca de Tyler, the Creator, salpica con sus característicos azules cielo y rosas pálidos las siluetas estándar de Lacoste. Por otro lado, la colaboración con Comme des Garçons Shirt presenta siluetas sencillas de moda masculina adornadas con versiones sobredimensionadas o extravagantes del logo del cocodrilo de Lacoste, reconocible al instante.
No hay una sola manera de encarnar el estilo preppy en 2024. Lejos del ambiente recatado de un campus universitario de los años 50, el estilo preppy moderno consiste en hacer un guiño a lo tradicional y, al mismo tiempo, aprovechar las infinitas posibilidades de la moda masculina.
Este artículo se ha publicado originalmente en British GQ.
