Zapatillas

He visitado el corazón de adidas, donde nacen las zapatillas que son tendencia y las que se convierten en historia

¿Por qué adidas eligió las Tres Bandas como seña de identidad? En los estantes de adidas The Archive, uno de los lugares más míticos y especiales para la marca, está la respuesta.
Sandra Trapp historiadora y archivista de adidas The Archive.
Sandra Trapp, historiadora y archivista de adidas The Archive. (Photo by Nicolas Armer/picture alliance via Getty Images)picture alliance/Getty Images

“No sabes la suerte que tienes, es un privilegio”, me dicen Bego y Pablo. Dede luego, los empleados de adidas saben muy bien cómo valorar (y cómo hypear) la visita a adidas The Archive. En mis 7 años trabajando en GQ he estado a punto de ir otras dos veces, pero una pandemia se puso por delante. A la tercera va la vencida. Dos aviones, un trayecto de 45 minutos en autobús y por fin me planto en la sede mundial de la marca, en Herzogenaurach, una ciudad situada a 23 kilómetros de Nuremberg. La visita más importante de la mañana es a este discreto y exclusivo museo, que guarda las joyas de la marca y que no está abierto al público (ni siquiera a la plantilla de la compañía) y al que solo se accede con invitación.

Sí, desde luego soy un absoluto privilegiado por formar parte de la visita de 8 personas -el máximo permitido- que puede acceder a adidas The Archive. El espacio de unos 250 metros cuadrados está protegido con candado y llave. Allí se guardan zapatillas, indumentaria, pelotas, cajas y accesorios de los últimos 75 años -o más- que no solo conforman la historia de la marca, sino del deporte y de la moda urbana. Todo, bajo unas condiciones ambientales estrictas: el espacio se mantiene a una temperatura constante de 18 grados Celsius y a un 55% de humedad. Está absolutamente prohibido comer y beber dentro. Ah, y lo más importante: hay que llevar guantes. Pero no unos guantes cualquiera: LOS GUANTES.

“No toquéis nada sin lleva los guantes”, nos advierte Sandra Trapp, historiadora especializada en adidas y responsable de The Archive. “Os los podéis quedar de recuerdo, son muy apreciados”. Los guantes blancos con calidad de museo que se utilizan para manipular artículos dentro de los archivos de adidas vienen con las tres franjas de la marca. Son más que una protección para las joyas históricas de la marca, son la prueba de que has visitado el corazón de adidas y que has estado en contacto con alguno de los miles de productos que la marca guarda en ese espacio dentro del campus de Herzo, el diminutivo que los empleados de adidas utilizan para no tener que decir Herzogenaurach cada dos por tres y quedarse sin aire en los pulmones.

LOS GUANTES (Néstor Parrondo)

Inspiración por el pasado para diseñar el futuro

adidas The Archive no es solo un museo. También es una fuente de inspiración. La marca alemana utiliza este espacio para que los directivos conozcan los valores de la compañía y los diseñadores busquen inspiración. “Una de las últimas visitas ha sido la de Jerry Lorenzo, de Fear of God, para ver piezas del pasado y poder crear su próxima colección con nosotros", confiesa Sandra Trapp.

¿Qué hace que una pieza esté en adidas The Archive y otra no? “Aquí guardamos los diseños orginales de productos que lleven algún tipo de avance tecnológico, que hayan protagonizado un hito histórico o que hayan sido importantes de alguna manera para adidas”, nos cuenta la archivista.

The Archive fue la fuente de la que emanó la que seguramente sea la decisión empresarial más decisiva de su historia: cuando en los 90 se creó adidas Originals, la división encargada de recrear con materiales modernos y de alta calidad los modelos de calzado “históricos”, que se hicieron populares en los años 70 y 80 entre los atletas de alto rendimiento. Por eso modelos legendarios como las ultra populares Samba, Gazelle, Superstar o Stan Smith mantienen sus líneas originales y siguen teniendo éxito hoy en día. No es exagerado decir que adidas The Archive es el arma secreta de la compañía, el laboratorio en el que siempre encontrar la fórmula adecuada para que una marca de 75 años no solo siga siendo relevante, sino que haga historia.

Nada más entrar en adidas The Archive, Trapp nos enseña lo que puede hacer una mala conservación a unas zapatillas. Sí, las que tan celosamente guardas en tu armario van a terminar con la espuma de la entresuela carcomida, haciendo que irremediablemente se rompan en migas. Es un memento mori de manual y nos recuerda que hay que ponerse las zapatillas todo lo que puedas, hasta que seas tú el que las rompas haciendo lo que ta haga hacer sentir feliz y no el paso del tiempo. ¿Por qué este comienzo tan abrupto? Es la manera de explicar por qué las visitas tienen que ser tan reucidas y por qué las condiciones climatológicas se controlan tanto.

Los balones del mundial

El siguiente paso dentro del adidas The Archive es, directamente, irreal: un mega cofre de Louis Vuitton abierto y en su interior, todos los balones con los que se han jugado las finales de los Mundiales de fútbol desde México 1970: desde esa edición, adidas es la responsable del esférico del evento deportivo más importante del mundo. Sí, ahí están los originales.

Los 14 balones con los que se han jugado las 14 últimas finales de la Copa del Mundo. (Néstor Parrondo)

“¿Hay algún español en el grupo?”, pregunta la archivista. Levanto la mano y recibo a cambio el Jo'bulani de la final de Johannesburgo, el balón con el que Iniesta-de-mi-vida nos hizo campeones del mundo. Está firmado por San-Iker Casillas, que lo tocó con su pie prodigioso para ganar aquel 1 contra 1 a Robben. Extrañamente, es muy ligero, pequeño y está ligeramente deformado. Con el rabillo del ojo veo el Etrusco con el que Alemania ganó el mundial 90, el más aburrido de la historia, y observo la firma de Zidane en el Tricolore de Francia 98.

El Jo'bulani con el que fuimos campeones del mundo. (Néstor Parrondo)

¿Por qué adidas adoptó las Tres Bandas como singo de identidad?

Tras los balones, llega el plato fuerte: las primeras botas que Adi Dassler, fundador de adidas, creó para los atletas. Son de cuero, está ligeras, están perfectamente conservadas -por supuesto- y de ellas salen unos clavos de los más amenazantes. El siguiente par que nos enseñan es el primero que Dassler creó con las Tres Bandas. Lo hizo en 1949 y sorprende que las Tres Bandas tengan exactamente los mismos pespuntes que puedes ver hoy en día en unas novísimas Gazelle.

La primera bota de atletismo diseñada por Adi Dassler (Néstor Parrondo)

¿Por qué adidas adoptó las Tres Bandas como singo de identidad? Sandra Trapp tiene la respuesta: “Adi Dassler quería que su calzado fuera reconocible en las fotografías. En aquella época eran en blanco y negro, y se dio cuenta que las Tres Bandas blancas destacaban incluso a mucha distancia”.

Las primeras Tres Bandas (Néstor Parrondo)

Desde luego, Adi Dassler estaba obsesionado con que todo el mundo supiera de primeras que los atletas llevaban productos adidas. Por eso el primer chándal de la compañía, llamado Beckenbauer, (sí por el futbolista) llevaba las Tres Bandas en las mangas y en los laterales del pantalón. Esta pieza está conservada en una funda que no solo lo protege del polvo y de la humedad, sino que también podría soportar el fuego.

El primer chándal Beckenbauer (Néstor Parrondo)

El primer chándal con el Trébol de adidas. (Néstor Parrondo)

También podemos ver las primeras piezas con el famoso Trébol, el logo de adidas, presentes en un asfixiante chándal de lana (pensado para el verano de los años 70). Esta prenda parece sacada de la colección que Alessandro Michele de Gucci creó junto a adidas hace tan solo un par de años, pero no, tiene medio siglo de vida. Es lo que tiene el gran diseño.

La siguiente parada estaba dedicada a adidas SL72. La zapatilla de running ultra ligera de los años 70 es la gran apuesta de adidas Originals para este 2024. Sandra Trapp nos mostró los primeros modelos, entre los que se encuentra la adidas Achill, su antecesora y primera zapatilla con suela de espuma con forma de cuña, un diseño que se convirtió en estándar. En la mesa dedicada a la SL72 pudimos ver las versiones de Y-3, una adaptación en forma de mule (de los años 90, aunque parecía hecha ayer) y, por supuesto, la primera zapatilla de la gama, perfectamente conservada.

adidas Achill, la precursora de la SL72 (Néstor Parrondo)

La primera adidas SL72 (Néstor Parrondo)

adidas no solo guarda zapatillas dentro de su Archive. También destaca su enorme cantidad de bolsas de deporte, tanto para llevar la ropa como utensilios como raquetas o zapatillas y también tiene un espectacular armario lleno de cajas de zapatillas vacías.

Las primeras adidas Samba, unas zapatillas para jugar al fútbol sobre nieve y hielo

Los grandes clásicos de adidas. A la izquierda y arriba, las primeras Samba. (Néstor Parrondo)

En la estación final, pudimos ver algunos de los grandes iconos del lifestyle de adidas, como las primeras Samba. ¿Sabes por qué se llaman así? La leyenda dice que fueron diseñadas para el Mundial de Brasil de 1950, pero no fue así. Se fabricaron para que los futbolistas pudieran jugar en campos cubiertos de hielo y nieve cómodamente, tanto, que parecía que con ellas más que jugar al fútbol estuvieran bailando… sí, una samba. Los responsables de esta estabilidad son los tres círculos en la suela que se pueden apreciar en la suela de las primeras adidas Samba y por eso las actuales los mantienen, como homenaje.

Cajas y cajas de zapatillas adidas. (Néstor Parrondo)

En la misma mesa también vimos un par de Superstar originales fabricadas en Francia en 1970, antes de que se creara y agregara el logotipo del trébol a la silueta en 1972. También pudimos ver las adidas Gazelle rojas, pensadas para entrenamientos al ire libre y las adidas Gazelle acules, pensadas para entrenamientos indoor. En cada una de esas piezas se puede ver cómo adidas ha mantenido el espíritu de los modelos originales, pero mejorando la calidad de su construcción y los materiales. Es la fórmula para hacer que unas zapatillas sean eternas.

¿Quieres visitar el adidas The Archive? Solo se puede acceder con invitación. Lo único que puedes hacer es asomarte a parte de la colección de este mini museo a través del libro The adidas Archive, editado el año pasado por Taschen. Para leerlo, no hace falta que te pongas guantes.